Realización del ser

Dr. Eduardo Benjamin Issaharoff
 

Los movimientos sociales actuales parecen expresar valores diferentes a los tradicionales. En este trabajo se exploran algunas hipótesis sobre estos valores.

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Observamos la aparición, en los últimos tiempos, de protestas colectivas de las que participan miles de personas. Son protestas que presentan algunas características comunes. Aparecen en muy diferentes y distantes partes del mundo, suelen tener manifestaciones de violencia, y lo más importante es que pese a que la lucha por la desigualdad parece un común denominador, en verdad nadie logra entender qué es lo que se reclama. Esto se deduce del hecho de que las explicaciones de las diferentes sociedades e instituciones de gobierno no han sido reconocidas por los movimientos sociales.

El objetivo de este trabajo es formular una hipótesis sobre la naturaleza de estos fenómenos.

Quisiera evitar las respuestas que se han ensayado en la perspectiva económica, política o social y para ello usaré conceptos nuevos o que no han sido explorados. 

Hace más de 35 años, por encargo del presidente Raúl Alfonsín estudié la ética de la política en la obra de un grupo de jóvenes filósofos alemanes. Ellos habían arribado a una definición muy sintética: la ética de la política es la pragmática de la realización del ser humano

La razón de elegir para este trabajo la ética de la política se debe a la impresión de que no surge con claridad cuál es el reclamo de dichos grupos sociales o movimientos y que lo que se puede pensar es que el reclamo se hacía por cada individuo y que no se concretaba posteriormente en alguna forma institucional. La dispersión geográfica de las manifestaciones parece independiente de las culturas Y apuntaría quizás por primera vez a una motivación en común en las sociedades.

Introduje algunas modificaciones, como no usar los términos que tienen otra carga teórica como individuo o sujeto sino, más bien, ser. Y también explorar desde el punto de vista psicoanalítico la idea de realización del ser limitándola a los aspectos intrapsíquicos. Así quedó eliminada la realización referida al mundo externo que surge de la movilización colectiva o por un reclamo oportunista de valores externos.

Por otra parte se hace más clara la necesidad de reconocer la responsabilidad de cada ser en su realización. Y esto introduce la necesidad de un trabajo del interior del ser humano diferente de lo que proviene de las condiciones externas.

La realización del ser es una experiencia interna que cubre todos los aspectos cognitivos y emocionales. Tiene las cualidades trascendentales de verdad, libertad y belleza. Aparece cuando se une una estructura del mundo interno psíquico con una estructura del mundo  físico externo. Esta reunión se transforma en una experiencia de estar en el mundo que es existencial y emocional. Todos los seres humanos tienen este tipo de experiencia, en algún momento, con diversos aspectos del mundo físico. No puede ser orientada o enseñada, y no depende de ninguna elaboración intelectiva. Es, simplemente, una experiencia sensorial del cerebro consigo mismo. 

Para mostrar este aspecto elegí una frase de Miguel Angel Buonarotti en la que dice  que se encontró con un bloque de mármol en el que vio un ángel prisionero y trabajó hasta liberarlo. Miguel Ángel incluyó en este hecho psíquico tanto el principio de realidad externa y física  del bloque de mármol como el principio del placer interno y psicológico encarnado en el ángel que vio en el mármol. 

Podemos agregar el hecho de que ser escultor y hacer una escultura  genera la intención de trabajar, que para Miguel Ángel consiste en per vía de levare, quitar el mármol que  sobra que no pertenece a la figura. Esta visión del hecho psíquico seguramente la aplicó en sus obras. Al describir el hecho psíquico como compuesto por categorías de naturaleza diferentes no reductibles entre sí queda en evidencia que cualquier consecuencia que se quiera derivar no tiene más alternativa que crear un nuevo elemento puesto que el hecho psíquico así descripto no tiene una lógica interna que conecte sus elementos y permita alguna forma de razonamiento. 

Crear este tipo de representación de un hecho psíquico y su complejidad está cerca del trabajo de Husserl y Merleau Ponty.

Parto del cerebro como el órgano responsable de la creación de un nuevo elemento.

Analizando las funciones del cerebro vemos que la creación es una constante. Así ocurre con las funciones sensoriales que no pueden darnos la realidad total de lo observado. Para Crick nuestros sentidos nos engañan todo el tiempo. 

Lo mismo ocurre con la memoria y con otras funciones del cerebro. La creatividad es, entonces, una función básica del cerebro y no un hecho fortuito. Como ocurre con otras funciones del cerebro están incluidas en su estructura y en su mayoría no las  conocemos. 

Aquí propongo la hipótesis de que no conocemos la creatividad del cerebro, tan solo que es una función estructural. En este momento de la historia de la humanidad es posible  que la creatividad de cada ser humano sea original y única pero aún estamos lejos de conocerla. 

También es posible que la realización de cada ser se intuya más allá de la conciencia, que el reclamo no se esté pidiendo por privilegios viejos y que los seres humanos estén reclamando por ser un ser humano. Ortega dice que los humanos no saben qué son y deben averiguarlo.  

No podemos quedarnos con categorías generales. Tendremos que ir creando su instrumentación entre todos y quizás este es el comienzo. Ensayemos entonces recapitular y expandir algo lo ya dicho.

Pienso que es indispensable reflexionar sobre el significado de la palabra ‘realización’. Decíamos que no es lo mismo una movilización colectiva por un reclamo determinado que la necesidad de realización del ser. La realización de una persona es una experiencia y es también un sentimiento, una experiencia cognitiva y sensorial, tiene una cualidad de verdad y también de belleza. Se trata de que alguien encontró la forma de relacionar algo interno con el exterior del mundo. Esta es una experiencia que le ocurre a muchas personas pero pocos le dan valor, simplemente siguen de largo. Parece ser que la gente buscara, sin saberlo, que la sociedad incorpore y respete las experiencias de cada individuo. No tiene nada que ver con la desigualdad. Los movimientos de masa no están en el mismo camino de búsqueda de belleza y verdad. 

La realización de un ser humano no pasa por el éxito, sino por una experiencia emocional. Esta realización tiene un carácter interno, se junta con el arte y la creatividad. La experiencia de creación se relaciona con la concepción del ser humano, la idea de que el ser humano es un ser inédito, es el único que se pregunta qué es ser y sobre el sentido último de su existencia. Para tener un ser tiene que descubrirlo. 

El ser humano es puro futuro porque el futuro es lo que está siempre presente y ese futuro y ese proyecto surgen de la creación de algo. Nadie se siente satisfecho si hace algo que no siente como su futuro o su creación.

Todo el conocimiento y el arte se pueden entender así, como la creación de una relación entre algo interno y algo externo. Esa creación genera un futuro y al mismo tiempo es puro ser de esa persona en una experiencia que es subjetiva: la conciencia. Esto los epistemólogos lo saben, uno no capta nunca la relación de una cosa con la totalidad.

En cuanto a la desigualdad, es lo que ha movilizado a las masas humanas desde siempre. Buscar superarla es la búsqueda de la realización y movilización colectiva de las personas dentro de  grupos numerosos. Antes de la aparición del hombre existió el animal predador,  el predador y la presa. El predador mata y así se sostiene el equilibrio ecológico. Cuando aparece la cultura humana, el hombre se enfrenta a un único predador, que es otro hombre.

La desigualdad humana se ha sostenido con la violencia y la agresividad. Hay uno que tiene un estatus superior (brujo, patrón, etcétera) que por su parte despierta envidia en el que no lo tiene, se quiere ser como él. Se quiere tener ese poder que ha sido delegado. Este sentimiento hasta ahora se había convertido en algo permanente.

Me planteo la hipótesis de que en la actualidad, por primera vez en la historia de la humanidad, se están borrando los privilegios. Esto es producto de grandes transformaciones laborales y sociales. Cambian las categorías sociológicas, políticas, económicas. Todo lo que se envidia de aquél que tiene más poder va perdiendo vigencia.

Abundan los casos en que aquellos que eran vistos como objeto de envidia  ya no funcionan como tales. Muchos han logrado el éxito económico, político o social y sin embargo no parecen ser felices. No se los ve como ejemplo de realización. El éxito material, por ejemplo, se va vaciando de contenido. Las sociedades en su composición se han ido ‘emparejando’.

Hasta la figura del psicoanalista como aquel que ‘detenta la verdad’ ha quedado vacía de contenido. En el  psicoanálisis hay – como en todo – una tendencia a la nivelación.

Tras haber expuesto un enfoque nuevo sobre viejas cuestiones, queremos recordar que la creación y el arte atrajeron a filósofos, científicos, psicoanalistas, y a todos los que se han acercado al misterio del funcionamiento de la mente. Siguiendo una práctica habitual, queremos, como suele suceder entre analistas, recoger algunos pensamientos de Freud al respecto. 

Sigmund Freud se lanzó a este campo con audacia y arrojo y produjo una revolución en muchos aspectos. Fue un ser sensible de gran cultura que tomó contacto profundamente con el arte y la ciencia de su tiempo. No fue un teórico de la creación y el arte y su aspiración no fue más allá de optar por ver cómo funcionaban sus modelos y teorías de la mente aplicándolos a la creación y el arte.  

Un ejemplo de esto lo encontramos en su trabajo Los dos principios del suceder psíquico, donde ensaya explicaciones aplicando la teoría del conflicto a los principios del placer y de realidad, y sus vicisitudes.

 

El arte consigue conciliar ambos principios por su camino peculiar. El artista es, originariamente, un hombre que se aparta de la realidad, porque no se resigna aceptar la renuncia a la satisfacción de los instintos por ella exigida en primer término, y deja libres en su fantasía sus deseos eróticos y ambiciosos. Pero encuentra el camino de retorno desde este mundo imaginario a la realidad, constituyendo con sus fantasías, merced a dotes especiales, una nueva especie de realidades, admitidas por los demás hombres como valiosas imágenes de la realidad. (Freud, 1911) 

En 'Moisés de Miguel Ángel',  Freud explica la relación entre la obra, el artista y el espectador dándole un lugar relevante a  a la intención del artista.

 

Lo que tan poderosamente nos impresiona no puede ser, a mi juicio, más que la intención del artista, en cuanto él mismo ha logrado expresarla en la obra y hacérnosla aprehensible. Sé muy bien que no puede tratarse tan solo de una aprehensión meramente intelectual; ha de ser suscitada también nuevamente en nosotros aquella situación afectiva, aquella constelación psíquica que engendró en el artista la energía impulsora de la creación. (Freud, 1914)

Freud se da cuenta de la importancia de considerar las funciones asociadas al arte y la creación como algo que ocurre en un aparato psíquico particular y su historia y, por otro lado, esas funciones como un patrimonio de la especie que está  presente en todos los humanos y es parte estructural del cerebro.

 

¡Si por lo menos pudiéramos descubrir en nosotros o en nuestros semejantes una actividad afín en algún modo a la composición poética! La investigación de dicha actividad nos permitiría esperar una primera explicación de la actividad creadora del poeta. Y, verdaderamente, existe tal posibilidad; los mismos poetas gustan de aminorar la distancia entre su singularidad y le esencia generalmente humana y nos aseguran de continuo que en cada hombre hay un poeta y que sólo con el último hombre morirá el último poeta. (Freud, 1908)

Para culminar, quiero señalar que en todas partes aumenta el número de artistas en las distintas ramas, siempre destacándose porque disminuye la rigidez, la formalidad, hay más libertad. En música, por ejemplo, aparecen constantemente grupos nuevos y la danza se desarrolla con mayor espontaneidad. Expresiones artísticas que transcurrían en ámbitos cerrados se manifiestan también en las calles. Se busca el desarrollo de la creatividad en libertad, el individuo siente que lo que está logrando es verdadero, que es producto de libertad y belleza. Es una experiencia íntima que, a diferencia de las reivindicaciones de masas, no transcurre en el afuera. La realización no se puede delegar. Todos los seres humanos se igualan porque cada uno depende por igual de haber encontrado la relación entre lo interior y el mundo. Es, repito, una experiencia verdadera, libre y bella.

Referencias
Freud, S. (1908). El poeta y la fantasía. Obras Completas, Tomo II, Ed. Madrid: Biblioteca Nueva, 1968. Pág. 1057.
Freud, S. (1911). Los dos principios del suceder psíquico. Obras Completas, Tomo II, Ed. Madrid: Biblioteca Nueva, 1968. Pág. 497/498.
Freud, S. (1914). El Moisés de Miguel Ángel. Obras Completas, Tomo II, Ed. Madrid: Biblioteca Nueva, 1968. Pág. 1069.
 

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